Uwe Boll, el director que nos tortura.

El director y productor de cine Uwe Boll se ha especializado en hacer adaptaciones de videojuegos al cine, por llamarlo de alguna manera. Las adaptaciones de videojuegos al mundo del cine suelen dejar mucho que desear, pero podríamos definir como engendros, lo que ha hecho el director Uwe Boll.

Uwe Boll, o Dr. Uwe Boll (no sabemos doctor en que todavía) es considerado por las comunidades de gamers y de cinéfilos como una de las peores cosas que pudo haberle pasado al cine y los videojuegos. Nacido el 22 de junio de 1965 en Wermelskirchen (Alemania), es un director y productor de cine.

Su carrera se nutre especialmente de adaptaciones cinematográficas de videojuegos. Es considerado por algunos como el nuevo Ed Wood, el peor director de todos los tiempos.

La filmografía del terror

El primer engendro de Uwe Boll es The House of the Dead (2003). 

El videojuego era entretenido, aceptable, un mata zombis-endemoniados controlando el punto de mira del arma con el ratón (o la pistola en las máquinas recreativas). La película es mala, mala, mala. Insertan imágenes del videojuego en la película sin venir al caso, en el primer minuto ya te avisan de que morirán todos, los zombis, o lo que sea eso, son penosos y para rematar, el malo es un monje español que quiso hacerse inmortal manipulando cadáveres (no busquéis la lógica por que no hay ninguna).

 

 

Dos años después Uwe Boll volvió a la carga con Alone in the Dark (2005).

El título del videojuego nos hace recordar, a aquellos que hemos jugado, los buenos ratos que pasamos jugando y los sustos que da alguna vez que otra. Creyendo que sería igual al juego empezamos a ver la película y no vemos nada del ambiente victoriano ni la atmósfera de Lovecraft, y es que la película se basa en el cuarto videojuego de la saga. El resultado final es igual de repochable que el mencionado en el anterior filme, sólo que no ponen imágenes del videojuego intercaladas y cuenta con tres actores más conocidos que en la anterior (Christian SlaterStephen Dorff y Tara Reid).

 

 

El siguiente esperpento de película es En el nombre del rey (2007).

La primera vez que la vimos, o intentamos verla, nos quedamos dormidos a la hora. Nuestros cuerpos y mentes se pusieron de acuerdo para que no sufriéramos más y desconectaron. La segunda vez que intentamos verla, lo que hicimos es poner la segunda hora que quedaba, por que para que ponernos a prueba de nuevo con la primera hora si ya la habíamos sufrido. Pero resulta que en la segunda hora del largometraje es más de los mismo, malas actuaciones (Burt Reynolds de rey en un intento por emular a Sean Connery), malos disfraces y una duración de dos horas, que no sabemos si es para ver como agoniza la gente y se deleita Uwe Boll o es que el director de verdad pensó que se necesitaba tanto tiempo para demostrar lo mala que es el película.

 

Por fin llegamos a la última adaptación de un videojuego al cine de Uwe Boll, es Far Cry (2008).

El videojuego nos gustó y la película es la menos mala de las cinco (algo a su favor) quizás por ser fiel al argumento del videojuego original, pero sigue siendo mala hasta decir basta, con todo lo dicho anteriormente (malas actuaciones, mal guión, mal, mal, mal). Uwe no aprende y es que el reparto conocido no dan fama ni premios para una película en la que no pones empeño en que sea buena (Udo Kier en el papel de malo y Emmanuelle Vaugier  en el papel de chica en peligro es casi un cliché en peliculas de videoclub).

A diferencia de la mayoría de directores que reciben dinero de los estudios de Hollywood, Uwe Boll financia sus propios trabajos a través de su compañía de producción Boll KG.

Ha sido galardonado con el Razzie a la peor carrera cinematográfica en la edición de 2008.

Tras el visionado de las películas hemos sacado dos reflexiones: la primera es que la culpa la tenemos nosotros para que nos castigue con semejantes torturas cinéfilas  y la segunda es que Uwe Boll o tiene un enchufe y le dan subvenciones para rodar películas o tiene un máquina de falsificar billetes, sino no nos explicamos que le sigan dando dinero para rodar películas como estas.